
En un mundo globalizado, miles de empresas realizan millones de transacciones comerciales y financieras todos los días y la mayoría de ellas se concluyen con normalidad, pero en algunos casos la dinámica general se tuerce y surge el conflicto. Cuando esto sucede, en la gran mayoría de los casos, el problema se pone en manos de los abogados y se termina en una reclamación judicial, generándose importantes gastos y honorarios legales. Por nuestra formación y actividad, los economistas somos un colectivo que está bien posicionado para la detección de una “alerta temprana” en el caso de conflicto en el seno de la empresa. Y esto nos va a permitir utilizar la mediación desde tres perspectivas muy diferentes: Como Herramienta de resolución de conflictos en la empresa para la que trabajamos, si nuestra actividad se desarrolla en el seno de una empresa.
- Como prescriptor de la mediación para la resolución de conflictos en las empresas en las que prestamos nuestros servicios profesionales, si desarrollamos nuestra actividad como un despacho externo.
- O incluso haciéndote mediador e incorporar la Mediación a tu catálogo de servicios profesionales.